Capítulo V


Continuación (IV)


IV. Anakefalaíosis y antropología cristiana: acabamiento y universalidad del proyecto de Dios en los seres humanos, hombres y mujeres reconciliados y realizados auténticamente: con sentido último de la realidad, en comunidad y paz, ecuménicos y copartícipes de la transfiguración y liberación del cosmos.



1.    Las cuestiones relativas al fin del universo desde el punto de vista de las ciencias en su estado actual


1. De entrada es necesario precisar una incógnita: son muy diferentes los alcances que tiene una pregunta por “el fin del mundo” según el lugar desde el cual queramos formularla, por cuanto es bien desigual hacerlo desde las perspectivas de la física y de los problemas relativos a la humanidad entera y al cosmos, p. ej., (la denominada “escatología general”[1], o, como prefieren algunos, “anteposhistórica”), que hacerlo desde aquellas de lo que solemos denominar como la “escatología individual” (o “posmortuoria”), que trata acerca del estado del ser humano después de su muerte[i]. En uno y otro caso, sin embargo, las ópticas o perspectivas desde las que se las examina deben considerar las concepciones que las personas tengan acerca de la humanidad, de la tierra y del cosmos, de la materia, e, incluso, acerca de Dios[ii]. Y todo esto se suele mezclar, muchas veces sin criterio de distinción suficiente, creándose, así, una verdadera confusión, sobre todo, cuando hay de por medio “simbologías”, “numerologías”, ansiedades y angustias en relación con “el fin del mundo”.

2. Comencemos la exploración sobre “el fin del universo” presentando una rápida, y seguramente incompleta, visión de conjunto de los principales descubrimientos de “última hora” efectuados por los cosmólogos, es decir, de aquellos datos que han sido informados y divulgados en los novísimos años, a propósito de nuestro tema. Esta búsqueda nos reporta el balance recogido en el siguiente cuadro, elaborado a partir de las reseñas recogidas por Pedro J. HERNÁNDEZ[2]:




Fecha
Fluctuaciones de la radiación cósmica de fondo (constante cosmológica=energía de vacío)
Universo plano (modelo estándar)
Alternativas a modelo estándar
Materia oscura
Temperaturas
Densidad del universo (de la materia)
Corrimiento al rojo = Objeto a Distancia máxima observada
Nuestra galaxia
26 Nov de 1999
Un contraste 0.85< WM+WL <1.25.







19 Feb de 2000.

Universo en expansión




Z = 5.5, el más alejado entre los cuásares: 13,000 millones de años luz; galaxia: z = 6.68:

15 marzo de 2000.







Se formó en su mayor parte en un proceso rápido, que duró entre 500 y 1.000 millones de años, sólo un 5 por ciento de su edad total.
13 de abril de 2000.






Cuásar de desplazamiento al rojo z = 5.82.

27 de Abril de 2000-

Concluyen que el universo es plano, o dicho de otra forma, que la densidad total de energía es igual a la densidad crítica. confirma el modelo estándar actual basado en los escenarios inflacionarios de los primeros instantes del universo






10 de mayo de 2000.-





Corresponde a un universo plano con un parámetro de densidad de materia WM ~ 0.3 , y una contribución de la energía de vacío WL~ 0.7 ,


21 de diciembre de 2000.




Espectro de los átomos de carbono pertenecientes a una nube molecular aislada con un alto desplazamiento al rojo (z = 2.34). La luz de la nube nos llega desde una época remota del universo, cuando este tenía sólo alrededor de un quinto de su edad actual y muestra que la temperatura del fondo cósmico de microondas rondaba los 10K (unos 263 grados centígrados bajo cero).



11 de enero de 2001.
La constante de Hubble revisada, situando ésta en el intervalo 64-80 km/s/Mpc.







4 de abril de 2001.

El universo no había empezado una expansión acelerada en esa época, situación consistente con modelos de universo que incluyen la existencia de una constante cosmológica o en general "energía oscura"




La supernova más lejana Dicho brillo no es particularmente mucho más débil que el observado en supernovas a desplazamiento al rojo en torno a 1,

23 de abril de 2001.






Cuásar más lejano SDSS1030 con un desplazamiento al rojo de 6.28

25 de abril de 2001.

Expansión del universo confirmada.




60 supernovas de varios desplazamientos al rojo encontrando que su duración es proporcional a (1+ z), siendo z el desplazamiento al rojo

28 de abril de 2001. 


Paul Steinhardt: Ekpyrotic Universe, utilizando el término griego antiguo "Ekpyrosis" que significa conflagración. un espacio-tiempo inicial de cinco dimensiones que contiene dos subespacios-tiempos de (3+1) dimensiones (técnicamente 3-branes), uno de los cuales corresponde a nuestro espacio-tiempo "visible" y el otro se denomina "oculto"





1 de mayo de 2001.
Anisotropías del fondo cósmico de microondas compatibles con los escenarios inflacionarios







8 de mayo de 2001.

Los nuevos datos observaciones procedentes de diferentes métodos y concluyen que todo es perfectamente compatible con el modelo estándar del Big Bang + inflación.






25 de mayo de 2001.
Primer mapa de las oscilaciones acústicas que se estaban produciendo en el plasma  que formaba el universo cuando este tenía unos ~ 300,000 años (z ~ 1500): estas mismas oscilaciones pueden ser detectadas en la distribución de materia actual (z ~ 0.1)
Nuevos resultados avalan la consistencia del modelo estándar del Big Bang Caliente.






20 de Junio de 2001
Los neutrinos tienen masa que Ahmad et al. estiman en algún lugar entre 0.05 y 8.4 eV para la suma de los tres tipos de neutrinos. Esto implicaría una contribución escasa a la densidad de materia del universo, situada en algún lugar entre 0.001 y 0.18 de la densidad crítica.







6 de agosto de 2001.






Presencia del gas hidrógeno neutro que tuvo que dominar el universo desde la época de la recombinación (z ~ 1000) hasta épocas más recientes cuando los primeros cuásares empezaron a brillar y a reionizar el medio gaseoso neutro (z ~ 6).

16 de noviembre de 2001.



Evidencia de materia oscura en un halo galáctico.



Evidencias de un halo de materia oscura en la galaxia enana esferoidal Draco (satélite de la Vía Láctea y situada a unos 230,000 años luz de distancia) unas 200 veces más masivo que el conjunto de todas las estrellas de la galaxia.
11 de enero de 2002.

El desolador ocaso del universo eterno. El País publica en su suplemento futuro un artículo con las conclusiones del trabajo Lawrence M. Krauss y Glenn D. Starkman (Krauss L.M. & Starkman 1999. Life, The Universe, and Nothing: Life and Deah in an Ever-Expanding Universe) que han intentado retratar las posibilidades del futuro lejano del universo y las posibilidades de supervivencia de la vida (descrita como un proceso de intercambio de información en un sistema material) en un universo en expansión acelerada. Un universo que se acelera 'sería el peor universo posible, tanto para la calidad como para la cantidad de vida', dice Krauss, quien añade: 'Todo nuestro conocimiento, civilización y cultura están destinados a caer en el olvido. No hay futuro a largo plazo'






7 Feb 2002.






Una tenue nube de estrellas situada a 13 mil 400 millones de años luz de la Tierra. La nube contenía cerca de un millón de estrellas -- mucho menos que las galaxias típicas que ocupan el Universo de hoy en día, y que están formadas por cientos de miles de millones de estrellas. Ellis y sus colegas creen que la nube podría constituir un cúmulo estelar de primera generación formado como unos mil millones de años después del Big Bang.

9 abr. 2002.
Confirmación de la aceleración del universo y estimación de la constante cosmológica 0.65 < WL < 0.85W







24 abr. 2002.






Nueva estimación de la edad del universo. El HST ha servido esta vez para medir la edad de las enanas blancas del cúmulo globular M4. Para ello se ha utilizado modelos de enfriamiento de estas estrellas, resultando que las enanas más viejas rondan los 12-13 mil millones de años (Hansen 2002). El universo debería ser al menos mil millones de años más viejo que esa cantidad para que pudiese formarse la Galaxia.

26 abr. 2002.


Un comentario bastante crítico sobre el nuevo modelo de universo propuesto por Paul Steinhardt y Neil Turok y publicado on-line por la revista Science el 25 de Abril (Steinhardt & Turok 2001a, Steinhardt & Turok 2001b). El modelo está basado en el mismo escenario que han denominado Ekpyrotic Universe (ver noticia del 28/04/2001) pero recuperando ahora la vieja idea de un universo que pasa por ciclos sucesivos Big Bang/Big Crunch.





23 mayo. 2002.

El mapa del Fondo Cósmico de Microondas más preciso de la historia compatible con los resultados recientes de BOOMERANG, DASI y MAXIMA (ver noticia Mayo de 2001) y corroborando los resultados de estos dos y la viabilidad del nuevo modelo estándar en cosmología.






14 junio 2002.



Detección fallida de materia oscura. La detección de WIMPS (Weak Interactive Massive Particles --partículas masivas de interacción débil--) sería probablemente la corroboración más espectacular de la existencia de materia no bariónica (como necesaria en el escenario actual de Inflación+ Big Bang+CDM) y el inicio observacional de la física de Gran Unificación.




9 octubre 2002.







23 octubre 2002.






El cuásar más lejano. Hoy se ha presentado el espectro de un cuásar con desplazamiento al rojo record de 6.4.

7 enero 2003.
La velocidad de la gravedad. Kopeikin & Fomalont afirman haber medido una velocidad de propagación de la gravedad igual a la velocidad de la luz,(¿?)







11 feb. 2003.
Constante de Hubble H0 = 71 ± 4 km/s/Mpc; Parámetro de densidad de materia bariónica Wb h2 = 0.0224±0.0009 (con h = H0/100).; Parámetro de densidad de materia (bariónica + exótica) Wm h2 = 0.135±0.009



Parámetro de densidad  (materia+energía oscura) WTotal= 1.02±0.02


Edad dinámica del universo con estos parámetros t  = 13.7 ± 0.2 giga años (el lector puede hace su propio cálculo utilizando este javascript)

9 de enero de 2004.

Nuevas pruebas de la precisión de la Teoría General de la Relatividad.






19 de julio de 2004.

Inflación algo más robusta. Comparando las fluctuaciones de densidad a gran escala (del orden de mil millones de años luz) presente en el Fondo Cósmico de Microondas y las derivadas del estudio de la emisión Ly-a Forest debido a fuentes interpuestas entre cuásares lejanos y nosotros (del orden de millones de años luz) Seljak et al. (2004) han extraído un valor preciso para el índice espectal n = 0.98 +/- 0.02 claramente compatible con n = 1 que es la predicción de los escenarios inflacionarios.






11 de enero de 2005.
Los equipos de los surveys de galaxias Sloan Digital Sky Survey y 2 Degree Field Galaxy Redshift Survey afirman haber encontrado el pico acústico observado desde hace varios años en el fondo cósmico de microondas. La medida de la densidad está de acuerdo con la deducidas por WMAP. dentro de un 5% de error. La combinación de ambas medidas da un valor muy preciso (menos del 1% de error) del parámetro de densidad W = 1.01 ± 0.009.
Espaldarazo al modelo estándar






12 de enero de 2006.
¿Es la energía oscura debida a la constante cosmológica? La revista Nature se hace hoy eco del trabajo del astrónomo Bradley Schaefer de la Louisiana State University que parece preliminarmente indicar que la energía oscura que provoca la expansión acelerada del universo descubierta con los estudios de supernovas de tipo Ia se debería no a una constante cosmológica sino a un tipo de energía oscura que varía con el tiempo.







18 de enero de 2006.
La desaparición de la amenaza fantasma.  En la noticia del 12 de enero comentábamos los resultados de un estudio preliminar que apuntaba a que la energía oscura podría estar variando con el tiempo de una manera algo exótica. Determinadas observaciones de supernovas de tipo Ia parecían favorecer el mismo tipo de variación. Sin embargo H. K. Jassal, J. S. Bagla and T. Padmanabhan 2006 comparan observaciones de supernovas de mayor confianza con los datos del fondo cósmico de microondas para concluir que el modelo de energía oscura como constante cosmológica sale favorecido. 







22 de marzo de 2006.
Nuevos datos de WMAP. El diario El País de hoy se hace eco del anuncio del 16 de marzo del tercer año de datos de la misión que mejoran el posible rango de variación de los parámetros cosmológicos. Lo más relevante es que los escenarios inflacionarios salen favorecidos y la energía oscura es de momento indistinguible de la constante cosmológica.
El modelo estándar de un universo plano de materia oscura en  expansión acelerada dominado por la contribución de la constante cosmológica recibe un nuevo espaldarazo.







Esquema 45


Los datos recogidos, como puede verse, insistirían en confirmar especialmente la teoría denominada del “modelo estándar de la cosmología”, a la que hicimos amplia referencia en la sección relativa a la Encarnación de este mismo capítulo (cf. supra, cap. 5°, I.2.a.1)a)3, p. 750ss). [2bis]

Dichos datos, desde el punto de vista fáctico, nos permitirían hacer sólo una afirmación: “existimos”, dados los presupuestos de donde venimos. No existiríamos si los presupuestos hubieran sido otros. Y no hay cómo hacer esta comprobación. Tales datos, obtenidos mediante el trabajo realizado por los astrofísicos, nos proporcionan información numérica valiosa sobre parámetros de significación cosmológica (ritmo de expansión del Universo, abundancias primordiales de núcleos ligeros, temperatura del fondo cósmico de microondas, densidad media de la materia, etc.). En el presente, la cosmología es una respetada rama de la ciencia, erigida sobre la observación y la teoría, en la que confluyen los esfuerzos de los astrofísicos y de los físicos de partículas. La pregunta por un “sentido” último y total del universo parece ser respondida, al menos por algunos de los sucesos citados, en orientación negativa:

 “Una idea relacionada con la cosmología cuántica, desarrollada por Hawking, junto a Jim Hartie, es que la firma distintiva de un tiempo puede borrarse cuando el campo gravitacional es muy fuerte. Tal idea se basa en un uso ingenioso de las propiedades de los números imaginarios. (Los números imaginarios son todos los múltiplos del número 1, que se define como la raíz cuadrada de menos uno). Esta intromisión en la naturaleza del tiempo, forma parte de la hipótesis «sin fronteras» de la cosmología cuántica de Hartie y Hawking. Puesto que en esta teoría, el tiempo pierde las características que lo separan del espacio, el concepto de comienzo en el tiempo no tiene sentido. Espacio-tiempo con esta firma carece de fronteras. No hay big-bang, no hay singularidad porque no hay tiempo, sólo otra dirección del espacio. Esta perspectiva del Big-bang, considera que no hay creación, puesto que la palabra «creación» implica una especie de «antes y después» si el tiempo no existe, entonces el Universo no tiene comienzo. Preguntar qué ocurrió antes del Big-bang, es como preguntar que hay más al norte del Polo Norte. La pregunta carece de sentido.”[3]




   


Estallido de rayos gamma



Con tales datos, sin embargo, no estamos apuntando en la presente sección hacia atrás, hacia la cuestión sobre el “origen”, sino, por el contrario, hacia el futuro, hacia el “final” del cosmos – y no sólo de nuestro planeta Tierra[5] –. Inclusive, así como algunos autores se niegan a afirmar, con base en los datos mencionados, la posibilidad misma de proponer una pregunta por el “comienzo” de universo, otros, con base en idénticos datos, afirman la imposibilidad de plantear una pregunta por un “final” del mismo; más aún, como veremos enseguida, algunos proponen la teoría de los múltiples comienzos y finales del universo.

Inquiriéndonos, pues, por los escenarios que desde la física actual se suelen exponer sobre el “final” del universo, algunas de las hipótesis van en una triple dirección:

“No sabemos aún que puede pasar con el universo; sabemos una cosa cierta, que este se está expandiendo y lo hace a un ritmo cada vez más rápido. Algunas preguntas que podemos plantearnos son: ¿Se expandirá infinitamente el universo hasta el fin de los tiempos? ¿Volverá a contraerse por la fuerza de la gravedad? ¿Se quedará estático como Einstein deseaba? ¿Se "romperá" (big rip) el espacio tiempo? ¿Volverá a "resetearse" volviendo a empezar desde 0, en un proceso cíclico hasta el fin de los tiempos? ¿Quién sabe?... La pregunta es fundamental pero no para nuestra importancia como especie perdida en este rincón de la vía láctea. Ya que todos los posibles destinos finales del universo ocurrirán dentro de billones de años y, con toda seguridad, nosotros ya no estaremos aquí [al menos materialmente]. Sino como sentido último, la causa primera del ser y de todas las cosas. Estos son algunos de los posibles destinos que se plantean para el final de nuestro universo:
1. Big Crunch: Quizá fuese este uno de los primeros modelos teóricos en elaborarse. Una vez que se había llegado a la conclusión de que el universo se había originado por el Big bang, no fue difícil plantearse la cuestión a la inversa, como si fuese una película que se rebobina hacia atrás. La fuerza de la gravedad provocaría en determinado momento una desaceleración de la expansión del universo haciendo que, llegado a un punto crítico, este empezase a contraerse hasta convertirse, otra vez, en un punto o singularidad. Como decíamos este escenario es poco probable que ocurra ya que las mediciones indican que el universo se está acelerando
[6].
2. Big Rip: Si el universo se está acelerando... La primera pregunta que habría que plantearse es ¿Por qué?, ¿Cuál es la fuerza que está operando en el universo para provocar este efecto? Los científicos la han llamado la energía oscura. Una suerte de campo que, contrario a la gravedad, haría que los cuerpos con masa se repelan unos de otros. El escenario que se nos plantea es bastante triste ya que las galaxias se alejarían una de las otras, las estrellas se irían apagando una a una y acabaríamos en la completa oscuridad. Pero más inquietante podría ser si como predicen algunos esbozos de la teoría de la gravedad cuántica, el espacio-tiempo, llegado a un nivel de distensión enorme, podría empezar a "romperse" literalmente[7].
3. El universo cíclico: Una última teoría plantea el hecho de que el universo pase por ciclos de expansión, que sería cuando se formarían las galaxias y las estrellas, y luego llegaría un momento que volvería a empezar desde 0. Como un reseteado, una gran energía haría que todo volviese a empezar. Pero... ¿Qué tipo de energía y de dónde vendría? Pues por rocambolesco que pueda sonar, este universo estaría emparejado con otro universo cercano, que también se estaría expandiendo igual que este, y llegado a un punto de encuentro mutuo, se produciría una "colisión" dando lugar a un reseteado de todo cuanto existe. La materia se convertiría de nuevo en un plasma enormemente caliente. Y volvería a empezar a condensarse. Así hasta el fin de los tiempos[8].
En fin, estas son tres formas para un posible final del Universo pero no las únicas. Lo que sí parece dejarnos claro es que, el universo, al menos el material, no tiene mucha razón de ser. Y parece casi como si fuese un accidente el mero hecho de que exista”[9].


Básicamente, los datos que hemos expuesto, procedentes de la astrofísica, nos conducen, al menos, hacia dos explicaciones principales, a las que, como se puede ver por el cuadro antes presentado, en los últimos años se ha sumado una tercera. Esta, al parecer, no ha tenido acogida, y, por el contrario, se ha demostrado, más bien, carente de suficiente argumento. Tales dos teorías explicativas son:

1ª) La pregunta por el “fin del universo” se maneja sólo con los principios o leyes de la termodinámica, o de la transformación de calor en otras formas de energía. Tales leyes son dos y en su formulación dicen así: en primer lugar, que “la energía no puede ser creada ni destruida, sólo puede ser transformada”[10]; y en segundo lugar, que “en cada transformación de la energía se pierde parte de su capacidad para crear trabajo útil. La energía misma no se pierde, puesto que lo prohíbe la primera ley, se transforma en algo llamado entropía”[11]. En conformidad con tales leyes,

“Para crear trabajo útil a partir de un sistema es necesario que este se halle ordenado, y la entropía mide el desorden de dicho sistema. Por tanto, sucede que en cada proceso de creación de trabajo útil en cualquier lugar, se produce un aumento de la entropía del universo y se pierde parte de su “utilidad”. Algún día toda la energía del universo se habrá transformado en entropía. Esto en cuanto a la capacidad del universo para generar trabajo, crear estructuras y, en definitiva, para ser útil.”[12]

2ª) Con todo, a raíz de los descubrimientos de Albert EINSTEIN[13] a comienzos del s. XX sobre la “teoría de la relatividad” – particular, primero, y luego generalizada – y de los realizados por otros prestantes físicos como Niels BOHR (1885-1962) y John WHEELER (1911-) – Hugh EVERETT (1930-1982), comenzó la denominada “física cuántica” en sus dos versiones, según se considere en cada una de ellas el “papel que desempeña el observador” de los fenómenos: o bien, “el observador crea la realidad” (“Interpretación de Copenhague de la física cuántica”), o bien, “el observador da origen a muchas realidades coexistentes que se separan unas de otras” (“Interpretación de los muchos mundos de la física cuántica”)[14]. Esta física cuántica llevó a replantear muchos de los postulados newtonianos y a conjugarlos con los de la termodinámica, por cuanto

“En el mundo físico, según la teoría cuántica, cada entidad posee una naturaleza dual. En la física clásica, se utilizaban dos conceptos distintos para describir los fenómenos naturales diferenciados: las ondas y las partículas. Las cosas que anteriormente percibíamos como partículas (objetos del tamaño de un punto), a veces pueden comportarse como ondas. Los fenómenos que antes percibíamos como ondas, a veces pueden comportarse como partículas. Posteriormente, estas partículas se dieron a conocer como fotones. La aceptación de la naturaleza cuántica de la energía (y de la luz), sólo fue el comienzo de la revolución que fundó la mecánica cuántica moderna. Un aspecto importante, de esta dualidad onda-partícula, y el principio de indeterminación. Tal principio, formulado por Heisemberg, afirma que no se puede conocer la velocidad y la posición de una partícula independientemente de la otra. Este principio es cuantitativo y no se aplica sólo a la posición y el impulso, sino también a la energía y el tiempo, y a otros pares de cantidades conocido como «variables conjugadas.»”[15]
 
Ahora bien: aplicadas estas nociones al caso del “fin del universo” se pueden plantear las siguientes hipótesis:

“En cuanto a su final definitivo como ente hay dos opciones:
Dos posibles escenarios:
Como sabemos, la teoría inmensamente aceptada dice que el universo se originó en una gran explosión, llamada comúnmente Big Bang. Desde aquel momento, y como consecuencia del empuje de ese violento nacimiento, se halla en expansión. Mientras, por otro lado, la materia tiende a atraerse por la fuerza de la Gravedad, la cual hace que intente contraerse de nuevo. La pregunta es si hay bastante materia, y por tanto suficiente interacción gravitatoria entre todos los objetos del Cosmos, para frenar la expansión, y la respuesta cada vez más aceptada es que no la hay. En tal caso viviríamos en lo que se llama un universo abierto. Sin embargo, no se descartan sorpresas. Se sigue buscando materia que haya escapado hasta ahora a nuestros instrumentos de observación y que podría cambiar las cosas. Es la llamada materia oscura […] Si la gravedad vence a la expansión viviríamos en un universo cerrado. Así las cosas, hay dos posibles finales según el universo sea cerrado o abierto.
Final de un universo cerrado:
Tras una expansión cada vez más lenta, el universo comenzará una fase de contracción, pasando por las mismas fases que experimentó en su crecimiento pero en orden contrario. Según una curiosa teoría, llegados a este punto los acontecimientos se sucederán en sentido inverso a como se vivieron en los tiempos de expansión, es decir, y por poner algunos ejemplos cercanos: en lugar de nacer saldríamos de nuestras tumbas y tras una vida antagónica a la normal volveríamos al útero de nuestras madres; la lluvia sería hacia arriba y el alimento saldría de nuestro estomago en lugar de ser ingerido; los goles saldrían de la portería de fútbol en lugar de entrar. Esto supondría que la entropía también funcionaría al revés, de forma que comenzaría a disminuir, invirtiendo la segunda ley de la termodinámica. Lógicamente, esta teoría no es fácil de comprobar experimentalmente. Sea como sea, el universo volverá a contraerse en un único punto, en un proceso que se suele denominar Big Crunch, algo así como gran crujido, y se cree que con posterioridad volvería a renacer en una nueva explosión. Esto sería lo más parecido a un universo eterno, con sucesivas “muertes” y “nacimientos”. Sin embargo, y como ya he dicho, este escenario parece cada vez más descartado.
Final de un universo abierto:
Los cálculos más recientes indican que dentro de aproximadamente un trillón de años (un 1 seguido de 18 ceros) la materia de las galaxias habrá sido absorbida en su gran mayoría por gigantescos agujeros negros, por lo que el cielo estrellado del que disfrutamos ahora en las noches claras habrá dejado de existir. La poca materia que escape a esto, mucho tiempo después, dentro de 100 billones de trillones de años (un 1 seguido de 32 ceros) habrá ido sufriendo un proceso según el cual sus principales componentes, los protones, se descompondrán. Este es un hecho bastante aceptado, aunque todavía no se ha demostrado de manera experimental que los protones cuenten con una vida finita, pero se está en ello. Finalmente, según el eminente físico Stephen Hawking, también los agujeros negros tienen un final, dado que emiten radiación que les va restando masa, y llegado un momento ni si quiera quedarán estos cuerpos súper masivos en el universo. Dentro de 1 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 de años (año arriba, año abajo) no quedará ninguna estructura actual del universo y sólo subsistirá una radiación cada vez más dispersa y desordenada. Será el triunfo final de la entropía. Y este sí que será el fin de los tiempos”[16].

Con todo, parece que estos procesos generales relativos a la entropía son aplicables sólo en ámbitos “macroscópicos”, y no en los “microscópicos”, que poseen unas condiciones e interrelaciones propias:

“Hay al menos otras dos ramas de la teoría física que plantean preguntas sobre la «flecha del tiempo». Una surge directamente del principio físico de la segunda ley de la Termodinámica. Esta ley establece que la «entropía» (o desorden) de un sistema cerrado nunca disminuye. La entropía es una medida del desorden de un sistema, o que tal desorden siempre tiende a incrementarse. Tal ley es una afirmación «macroscópica»: alude a cuerpos grandes, como una máquina de vapor, pero (no a) una descripción microscópica de átomos y estados energéticos proporcionados por la mecánica estadística. Las leyes que rigen estos microestados son perfectamente reversibles respecto al tiempo”[17].

Así, pues, el “modelo cosmológico estándar”, ataviado con componentes como la inflación, las anisotropías del baño de microondas y sus picos acústicos, y el hallazgo inesperado de aceleración en el ritmo de expansión del Universo, inferida de la disminución de luminosidad aparente de varias decenas de supernovas de tipo IA muy lejanas, es el nuevo sistema del mundo con que este milenio comienza confiado ante la perspectiva de una cosmología de precisión. Basados en estos y en otros cálculos e interpretaciones de los mismos, encontramos, sin embargo, que

“Los físicos esperan que, con el tiempo, lograrán unificar a las tres fuerzas básicas en una única teoría denominada GUT (Grand Unified Theory), en la que tanto trabajó Einstein sin resultado apreciable, tratando de unificarla con la teoría de la gravedad. El primer paso, en esa dirección, consistiría en incorporar la física cuántica a la teoría de la gravedad, con la finalidad de crear una teoría de la gravedad cuántica. Si alguna vez se consigue, la próxima tarea consistirá en tratar de unificar la gravedad cuántica con una teoría unificada completa. El resultado de este esfuerzo, sería una Teoría del Todo. Según Stephen Hawking, conocerla, sería como «conocer la mente de Dios», utilizando una metáfora […]
Otra cuestión importante relacionada con las leyes de la física y vinculada con el inicio mismo del espacio y el tiempo da lugar a las interpretaciones idealistas de algunos físicos, que estudian los comienzos del Universo hacia una filosofía idealista neoplatónica, que defiende que lo que realmente existe son las ecuaciones matemáticas de la denominada «teoría del todo» (por ahora desconocida), en vez del mundo físico de la materia y la energía. Una «teoría del todo» estaría compuesta de un paso adicional hacia la unificación de las leyes de la física, hasta incluir la gravedad cuántica. Sin embargo, la búsqueda de la Teoría del todo, también plantea interesantes preguntas filosóficas. Algunos físicos, Hawking entre ellos, considerarían la construcción de una teoría del todo como una lectura de la mente de Dios. Pero Hawking ha expresado con frecuencia, en muchas de sus citas, que no cree en algo parecido al Dios cristiano. En realidad, su noción de un mundo sin fronteras (y por lo tanto, sin un comienzo y un final) descrito en todos sus aspectos por una única teoría matemática del todo, no deja espacio para ningún creador. No obstante, Hawking cree que cuando la teoría del todo se descubra (si eso llega a suceder) se explicará que el Universo tiene un significado y cuál es nuestra función en él, aparte de permitirnos «saber porqué existe el Universo». Hawking cree que es posible sustituir la religión y la metafísica por una teoría que incluya todas las leyes de la naturaleza. Pero las preguntas filosóficas sobre el Universo, incluirán inevitablemente algunas que no pueden responderse en el marco de las matemáticas. Por otra parte, la utilización por Hawking de la metáfora «la mente de Dios», recuerda la también utilización de la metáfora por Einstein, en su crítica al indeterminismo en física, al manifestar que «Dios no juega a los dados». Es curioso que ateos, o no creyentes como Einstein y Hawking, utilicen tales metáforas divinas. Quizás debido a sus insuficiencias filosóficas no les permite emanciparse del todo de sus anteriores creencias religiosas.”[18]

3. Pero no sólo la física afronta nuestra pregunta. Vistas las cosas ahora desde las perspectivas de la biología y de la antropología física en relación particular con los seres humanos y a su futura conformación corporal, en unas implicaciones que afectan ámbitos como el de la ortodoncia, para citar alguno, también las opiniones están en cierto modo divididas, a tenor de lo que investigaciones como la de Pedro SARMIENTO y Adriana HERRERA dan a conocer cuando escriben:

“Otros autores creen que los terceros molares ausentes son evidencia de una línea evolutiva hacia la presencia de menos dientes. Uno de los puntos de vista que soporta la teoría de la evolución se basa en la presunción de que los maxilares han ido disminuyendo su tamaño durante la evolución humana, probablemente como resultado de una reducción evolutiva en el tamaño corporal genéticamente determinado, concepto que justifica sobre todo la gran incidencia de agenesia de los terceros molares inferiores. Sin embargo, Wallace estudiando fósiles de Australophitecus, Paranthropus y Homo temprano, observó agenesia de terceros molares con erupción retrasada en un Homo temprano de dos millones de años de antigüedad, además encontró que la frecuencia de las erupciones dentales es muy similar a la del hombre moderno por lo que sugiere que desde hace dos millones de años al presente, la historia evolutiva del desarrollo dental del Homo ha sido muy lenta y que cada vez más la ontogenia ha rebasado la filogenia”[19].


4.  Por otra parte, debemos también tener en cuenta que, junto al deseo que han manifestado algunos de pretender explicar desde los textos bíblicos y de la revelación judeo-cristiana los hechos científicos relativos al origen del universo, también han existido quienes han pretendido hacerlo en relación con el final del mismo, inquiriendo por el cómo, de qué manera, sucedería esto, en todos sus detalles… y a la manera “predictiva” de las ciencias experimentales. Ya lo hemos considerado en su momento un error del que se ha arrepentido la comunidad eclesial, y un error en el que no deberíamos los creyentes volver a incurrir. Porque tal propósito se podría asimilar al intento de quienes, desde el lado de las ciencias y en clave científica, pretendieran hacer sus explicaciones sobre la “recapitulación universal” en Cristo – el por qué y el para qué últimos –: a éstos, como a aquéllos, habría que repetirles la expresión de San Agustín: “si comprehendis, non est Deus”. Bien lo afirma Joseph RATZINGER cuando señala que “la existencia cristiana no consiste en escudriñar el futuro, sino, de un lado, en el don del Espíritu Santo y, de otro, en el testimonio universal de los discípulos a favor de Jesús crucificado y resucitado (cf. He 1,6-8)”[20].

Otra cosa bien distinta es plantearnos el problema considerando un dato más que existe al respecto. La cuestión relativa al futuro[21] – como también lo es la que se refiere al pasado, según vimos – no está excluida de las preguntas que, a lo largo de la historia también se han hecho, conforme a su propia índole, las diversas religiones, a causa de la incertidumbre que la rodea y ante el “silencio de Dios”. Más aún, ellas han formulado formas de predecir el futuro. De este hecho da testimonio, p. ej., el libro del Dt (18, 9-12) que señala:

“Cuando hayas entrado en la tierra que Yahwéh tu Dios te da, no aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones. No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique la adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros, ni adivino, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahwéh tu Dios y, por causa de estas abominaciones, desaloja Yahwéh tu Dios a estas naciones delante de ti”.

Así, pues, las diversas hipótesis concernientes al futuro de la humanidad y, más ampliamente, al futuro del cosmos entero, no podían ser objeto del ejercicio de adivinos y similares, al menos en el caso de Israel[22]. Por eso, muy cuidadosamente los “profetas” debían distinguirse y distanciarse de aquellos y de su manera de proceder. Pienso que la propuesta que comenzó desde ellos – Moisés incluido, cf. Dt 34,10 – fue la de considerarse a sí mismos, a los pueblos y a todos los demás seres que les rodeaban, desde la perspectiva totalmente innovadora de la fe, y, desde ella, efectuaban una pregunta por el sentido tanto del presente como del futuro.


5. Otro hecho, que no podemos soslayar, tiene que ver con una pregunta – alguno pensará brusca, inoportuna – que plantea BENEDICTO XVI a propósito de una problemática que está sobre el tapete, y se ventila no con la profundidad debida. En nuestros tiempos somos testigos de una honda e incompatible disyuntiva – ¿a resolver por mayorías simples, o cualificadas? - : por una parte, existen quienes de diversas maneras desean – a toda costa y a todo costo - “prolongar la vida”; por la otra, hay quienes consideran imperioso eliminarla, ya que la vida es, o se (les) ha vuelto “intolerable”, una “condena”:

“Pero entonces surge la cuestión: ¿De verdad queremos esto: vivir eternamente? Tal vez muchas personas rechazan hoy la fe simplemente porque la vida eterna no les parece algo deseable. En modo alguno quieren la vida eterna, sino la presente y, para esto, la fe en la vida eterna les parece más bien un obstáculo. Seguir viviendo para siempre – sin fin – parece más una condena que un don. Ciertamente, se querría aplazar la muerte lo más posible. Pero vivir siempre, sin un término, sólo sería a fin de cuentas aburrido y al final insoportable. […] Es cierto que la eliminación de la muerte, como también su aplazamiento casi ilimitado, pondría a la tierra y a la humanidad en una condición imposible y no comportaría beneficio alguno para el individuo mismo. Obviamente, hay una contradicción en nuestra actitud, que hace referencia a un contraste interior de nuestra propia existencia. Por un lado, no queremos morir; los que nos aman, sobre todo, no quieren que muramos. Por otro lado, sin embargo, tampoco deseamos seguir existiendo ilimitadamente, y tampoco la tierra ha sido creada con esta perspectiva. Entonces, ¿qué es realmente lo que queremos? Esta paradoja de nuestra propia actitud suscita una pregunta más profunda: ¿qué es realmente la «vida»? Y ¿qué significa verdaderamente «eternidad»? Hay momentos en que de repente percibimos algo: sí, esto sería precisamente la verdadera «vida», así debería ser. En contraste con ello, lo que cotidianamente llamamos «vida», en verdad no lo es.”[23]

Se trata de la afirmación de tres hechos: por una parte, de la existencia real de la “vida” y, por otra parte, de la caducidad de la misma, hecho que está llamada a compartir con la tierra, probablemente con el resto del universo. Pero existe un tercer hecho: la percepción subjetiva, existencial, de los hechos anteriores, y, especialmente, de la perplejidad que ellos suscitan en nosotros.

6. Si miramos nuestro planteamiento actual “humano” sobre el asunto – que, en principio, por supuesto, encierra las preguntas de las ciencias –, tiene éste que ver con la pregunta sobre si existe, o no, algún sentido último y total – más aún, un Sentido – mediante el cual, o hacia el cual, particularmente los seres humanos[24], en general, pero todo el cosmos, en general, se dirigirían.

En efecto, estamos ante esta experiencia de la necesidad de preguntarnos por un sentido y de dar un sentido a la existencia que se manifiesta de una manera típica en los seres humanos; pero, como lo hemos venido afirmando a todo lo largo de este capítulo, éstos han de ser considerados como parte y expresión del universo, solidarios, por lo tanto, uno y otro en su suerte, nunca opuestos uno a otro. De ahí que “el sentido” deba estar “ya” presente, de alguna manera, en los ínfimos y/o primigenios estratos del cosmos.

Se trata de una pregunta que, a lo largo de la historia de la humanidad, ha recibido tantas y tan diferentes respuestas, que en muchos autores ha motivado y sigue motivando en el presente, de inmediato y como en muy pocos otros asuntos sucede, la cuestión acerca de Dios[25]. Pregunta que necesariamente debemos hacer ahora – e implícitamente hemos hecho ya, cuando nos referimos a la aparición del homo sapiens o de las culturas más antiguas: cuando en Atapuerca o Altamira, o en Egipto, o en la China, o en América se enterraba a otros hombres (cf. cap. 5°, I.2.a.1)f)28, p. 789ss) –: ¿era ello signo de hominzación y de humanización? O, por el contrario, ¿se trataba, acaso, sólo de una pregunta suscitada por la “inquietud” que originaba en tales pueblos “la propia estructura social” que pretendían imponer los “grandes imperios” en los que vivían”? ¿Era una muestra más del azar, lo mismo que la persistencia de la misma? ¿Está dicha “inquietud” en el origen de los “milenarismos”?[26] ¿Qué tienen que ver estas observaciones con la anakefalaíosis? Lo cierto del caso es que, en el campo filosófico grecorromano, la pregunta se hizo explícita a partir, se dice, del materialismo monista desarrollado por los estoicos, entre quienes se menciona a Panecio DE RODAS (±185-109 a. C.)[27].




Notas de pie de página


[1] Además de lo que hemos advertido en el cap. precedente sobre la anakefalaíosis en Cristo, proponemos aquí una bibliografía mínima sobre la relación de la escatología, la parusía y la esperanza en la perspectiva de la antropología teológica: del siempre recordado Mario GUTIÉRREZ JARAMILLO, S. J.: La esperanza de la vida introducción a la escatología cristiana CEJA Bogotá 1998; id.: “La esperanza que compromete en la historia”, en ThX 48/3 jul.-sep. 1998 289-312; id.: “La encíclica Spe salvi del papa Benedicto XVI en la dialéctica de la esperanza activa”, en ThX 59/2 168 jul.-dic. 2009 394-422; del Profesor Santiago DEL CURA ELENA: “Spe salvi y la Escatología cristiana”, en J. Santiago MADRIGAL TERRAZAS (ed. lit.): El pensamiento de Joseph Ratzinger, Teólogo y Papa San Pablo - Universidad Pontificia Comillas Madrid, 2009 149-194; id.: “La esperanza del juicio último: Cristo, juez y salvador”, en: Jesús GARCÍA ROJO - José Román FLECHA ANDRÉS (aut.): Salvados en esperanza: comentarios a la encíclica de Benedicto XVI "Spe salvi" Universidad Pontificia de Salamanca Madrid 2008 263-300; id.: “Vida eterna: La esperanza cristiana del 'cielo' en nuestro horizonte cultural y religioso”, en Burgense Collectanea Scientifica, 46/1 2005 11-62; id.: “Escatología y vida cristiana”, en: Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra Pamplona 2002.
[2] “Últimas noticias”, en (consulta noviembre de 2006): http://astronomia.net/cosmologia/cosmonews.htm Véase también sobre otras posibles fuentes de luz y energía: Miguel ARTIME: “Cuaderno de ciencias. Así será el final de universo”, 20 de octubre de 2010, en: http://es.noticias.yahoo.com/blogs/ciencia_cultura/as-ser-el-final-del-universo-p5061.html
[2 bis] Como se está diciendo, el problema del "Big-Bang" ha sido tratado en el cap. IV en el lugar indicado, Véase también la nt. 20bis (nt. 2271)de dicho cap.
[3] José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: en El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm
[4] Afirma el citado Pedro J. Hernández: “24 de marzo de 2008. La mayor explosión jamás detectada. Se trata del estallido de rayos gamma (Gamma Ray Burst) GRB080219B observado por el satélite Swift de NASA y posiblemente a un desplazamiento al rojo en torno a z = 1 cuando el universo tenía la mitad de tamaño que en la actualidad. El objeto alcanzó una magnitud en el visible de 6 – el límite observable a ojo desnudo – y su magnitud absoluta calculada está en torno a -38, lo que representa un brillo unas 2,5 millones de veces mayor que el de la supernova más brillante jamás observada. Podemos ver el breve estallido en el visible gracias al instrumento Pi of the Sky del Observatorio de Las Campanas. En las notas de prensa cometen el error típico de situar el GBR a 7,5 mil millones de años-luz. Pero ese es en realidad el tiempo que ha estado viajando la luz hasta nosotros. Mientras, el universo ha duplicado su tamaño y esa distancia se ha convertido en algo más de 10 mil millones de años-luz”. En: “Últimas noticias”, en (consulta abril de 2008): http://astronomia.net/cosmologia/cosmonews.htm
[5] “Un vistazo hacia el sur de nuestros cielos en una noche estrellada de invierno, en dirección a la constelación de Orión, nos permitirá ver una estrella rojiza y brillante llamada Betelgeuse. Estaremos asistiendo entonces a la visión de lo que será nuestro Sol dentro de unos 7.500 millones de años, que es el tiempo que los cálculos más recientes consideran que tendrá que transcurrir desde ahora para que eso suceda. Y, entonces, ¿qué pasará con el sistema planetario y con la Tierra? El crecimiento desmesurado del Sol en esa fase hará que los dos planetas más cercanos, Mercurio y Venus, sean engullidos y literalmente evaporados al caer en su interior. Los cálculos sugieren que en esa fase el radio solar no llegará hasta la Tierra. Sin embargo, el Sol pasará por una segunda fase expansiva, 200 millones de años después, cuando el helio del núcleo comience a transformarse en carbono y oxígeno a través de nuevas reacciones termonucleares. Entonces, su capa exterior se volverá inestable, sufriendo contracciones y expansiones, inflándose y desinflándose, y es en esa fase de pulsaciones cuando se calcula que la superficie solar alcanzará muy probablemente la órbita terrestre. La fricción de la Tierra con la materia del Sol - en muy baja densidad en sus partes externas - hará caer a nuestro planeta siguiendo una órbita espiral hacia el interior de nuestra estrella. Se estima que la evaporación y destrucción final de la Tierra acontecerá cuando ésta se encuentre a una profundidad de una fracción del radio solar actual y alcance una temperatura de unos 300.000 grados. […] Mucho antes de que todo esto acontezca, la vida habrá, sin duda, desaparecido de la Tierra. Suponiendo que no suceda ningún cataclismo, como por ejemplo el impacto de algún asteroide u otro cuerpo gigante con nuestro planeta, el crecimiento continuo del radio solar y de su luminosidad harán aumentar paulatinamente la temperatura terrestre. Como consecuencia, se producirá una evaporación del agua de los océanos que podrá llevar a la Tierra a un efecto invernadero desbocado como el que observamos en Venus, en donde la masiva atmósfera de dióxido de carbono eleva las temperaturas hasta los 400 grados. Cuando toda el agua oceánica se evapore, la presión atmosférica en la superficie alcanzará unas cien veces su valor actual. Dado que el vapor de agua es un eficaz agente invernadero, tan enorme cantidad en la atmósfera hará subir fuertemente las temperaturas. Alcanzados los 150 grados, ninguna forma viviente sobrevivirá en ese tórrido ambiente. Se estima que este proceso puede comenzar dentro de unos 1.000 ó 2.000 millones de años. El hombre está así abocado tarde o temprano, si de perpetuar su especie se trata, a salir de la Tierra y asentarse en los mundos cercanos. Marte, por su proximidad y características, parece obviamente ser la primera estación. Estas hipótesis toman en consideración solamente los efectos externos - esencialmente, la evolución del Sol - sobre el destino final de nuestro planeta, que se antoja realmente lejano. Sin embargo, quizá la amenaza para la especie humana esté más cerca, resida en ella misma y en el mal uso que de los avances tecnológicos pueda hacer. A corto plazo, parece pues evidente que nuestra preocupación por el destino final de la Tierra no debemos buscarla en el espacio exterior, sino en nosotros mismos…”: Agustín SÁNCHEZ LAVEGA: “El destino final de la Tierra”, phttp://www.infoastro.com/200201/14tierra.html
Mirar en lontananza hacia el posible desenlace de nuestro universo no debe alejarnos de las preocupaciones del presente, todo lo contrario. Al referirme al océano y al nivel de los mares comparto la preocupación de cuantos, con suficientes y valederas razones, han reclamado la atención sobre ellos. Porque, ciertamente, y en relación con el cuidado que debemos tener de los mares y océanos, y sobre “la necesidad de una gobernanza multilateral encaminada a la búsqueda del bien común y equipada para operar a nivel global y regional, guiada por el derecho internacional e inspirada en el principio de subsidiariedad y el respeto de la dignidad de cada persona humana (Laudato Si ', 174)", el Cardenal Secretario de Estado Pietro PAROLÍN, en nombre del Santo Padre Francisco, se ha dirigido a la cuarta Conferencia de alto nivel “Our Ocean” (Nuestro océano) dedicada al tema Un océano para la vida, organizada por la Unión Europea y celebrada en Malta del 5 al 6 de octubre de 2017. “Este año, además de continuar con el compromiso en los sectores de las zonas marítimas protegidas, de la pesca sostenible, de la contaminación marina y de la lucha contra la repercusión del cambio climático en los océanos, se han añadido los temas de la economía azul y de la seguridad marina, centrados en el Mar Mediterráneo y los Océanos Atlántico e Índico”. Véase el texto (consulta del día): http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2017/10/06/uhn.html
[6] La apreciación siguiente la tomamos del texto de José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: “La presencia de una singularidad al principio del Universo, es algo muy negativo para el modelo del Big-bang. A escala cosmológica, el Big-bang parece tener una dirección predilecta, tal y como lo describimos en nuestro artículo «Las flechas del tiempo». Nuestro Universo se expande en vez de encogerse, pero podría estar derrumbándose y describirse con las mismas leyes. ¿O podría ser que la discrecionalidad del tiempo que observamos es elegida por la expansión a gran escala del Universo? Hawking y otros expertos han especulado, sobre que si viviéramos en un universo cerrado que al final dejara de expandirse, y empezara a contraerse, entonces el tiempo empezaría a contraerse y a correr hacia atrás durante la contracción. Hawking estuvo convencido durante un tiempo de que así tendría que ser, pero después cambió de opinión”: en: El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm
[7] Un desarrollo más amplio de esta teoría puede verse en el escrito (junio de 2003) de Pedro GONZÁLEZ-DÍAZ: “El colapso final del Universo no es inevitable gracias a la oscuridad del cosmos. Una nueva teoría cosmológica descarta el fin del mundo a partir de toda la oscuridad del Universo”, en (consulta noviembre de 2006): http://www.tendencias21.net/index.php?action=article&id_article=68037. De igual manera, en: Margherita HACK – Pippo BATTAGLIA – Walter FERRERI: Origine e fine dell’universo UTET Librería Torino 2002 231-236.
[8] La conexión siguiente se encuentra en este lugar en el texto: (http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=2281)
Un dato tomado en el día de hoy de las noticias de la prensa, indicaría que la producción de “nuevos” soles en el universo estaría cercana a un 5% más de los actuales, y que el momento de mayor “formación” de los mismos habría ocurrido cuando el universo, estimada su edad en más de 13 mil millones de años, aproximadamente estaba en sus 5 mil millones de años. Véase la nota de RCN, que, a su vez, reproduce la noticia de EFE (22 de noviembre de 2012) en: http://www.rcnradio.com/noticias/estudio-asegura-que-el-universo-ya-no-producira-mas-estrellas-34062
[9] Bajo el seudónimo XanKaiSen: “Tres finales para un universo sinsentido”, en (consulta noviembre de 2006):  http://xankaisen.blogspot.com/2006/06/tres-finales-para-un-universo.html
[10] Para ver el desarrollo más amplio, y las aplicaciones, de esta ley, cf. Alan LIGHTMAN: Grandes ideas de la física, o. c., p. 756, nt. 2039, 53-55.
[11] Para ver el desarrollo más amplio, y las aplicaciones, de esta ley, cf. Alan LIGHTMAN: Grandes ideas de la física, o. c., p. 756, nt. 2039, 65-68.
[12] Tomado del texto “El final del universo” de quien se firma “Aristarco el Bolchevique”, en: http://www.nodo50.org/arevolucionaria/Articulosdic02/findeluniverso.htm.
[13] Einstein revolucionó la física de Newton y la “gravedad”. Fue principalmente Newton quien proporcionó los tres principios fundamentales de la física del movimiento: 1) Todos los cuerpos avanzan, en un estado de reposo de movimiento uniforme, en línea recta, a menos que les apliquen unas fuerzas que les obliguen a cambiar de estado. 2) El ritmo de cambio del impulso, es proporcional a la fuerza aplicada y sigue la dirección con la que actúa esa fuerza. 3) Por cada acción, siempre se produce una reacción igual y opuesta. La idea de un Universo regido por las leyes de Newton, dominó el pensamiento científico durante más de dos siglos. Pero aparte de esto, los descubrimientos de Newton señalaban a un Cosmos predecible, que funcionaba como un reloj.
[14] En el caso de la primera “sostiene que con anterioridad a la medida de un objeto, el objeto no tiene una existencia física definida. Con anterioridad a la medida, la existencia de un objeto y sus propiedades pueden únicamente describirse por medio de probabilidades”. En el caso de la segunda, “un objeto sí tiene una existencia física con anterioridad a la medida. De hecho, el objeto existe en todas sus condiciones y posiciones posibles. Cada una de estas existencias diferentes se produce en un mundo separado”: Alan LIGHTMAN: Grandes ideas de la física, o. c., p. 756, nt. 2039, 216-217.
[15] José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: en El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm
[16] Tomado del texto “El final del universo” de quien se firma “Aristarco el Bolchevique”, en (consulta noviembre 2006): http://www.nodo50.org/arevolucionaria/Articulosdic02/findeluniverso.htm.
La referencia que se hace a Stephen HAWKING, puede verse en su obra: Historia del tiempo. Del Big Bang a los Agujeros negros RBA Editores Barcelona 1993, especialmente el capítulo 8, “El origen y el destino del universo”, pp. 155-187. En este capítulo menciona el autor su asistencia a una “conferencia sobre cosmología, organizada por los jesuitas en el Vaticano” (p. 156): “La Iglesia católica había cometido un grave error con Galileo, cuando trató de sentar cátedra en una cuestión de ciencia, al declarar que el Sol se movía alrededor de la Tierra. Ahora, siglos después, había decidido invitar a un grupo de expertos para que la asesorasen sobre cosmología. Al final de la conferencia, a los participantes se nos concedió una audiencia con el Papa. Nos dijo que estaba bien estudiar la evolución del universo después del big bang, pero que no debíamos indagar en el big bang mismo, porque se trataba del momento de la Creación y por lo tanto de la obra de Dios. Me alegré entonces de que no conociese el tema de la charla que yo acababa de dar en la conferencia: la posibilidad de que el espacio-tiempo fuese finito pero no tuviese ninguna frontera, lo que significaría que no hubo principio, ningún momento de Creación… Fue en la conferencia del Vaticano, mencionada anteriormente, donde propuse por primera vez la idea de que quizás el tiempo y el espacio juntos formen una superficie que sea finita en tamaño, pero que no tenga ninguna frontera ni ningún borde. Mi artículo era, sin embargo, bastante matemático, por lo que sus implicaciones sobre el papel de Dios en la creación del universo no fueron en general apreciadas en ese momento (tampoco por mí). En la época de la conferencia del Vaticano yo no sabía cómo utilizar la idea de ‘ninguna frontera’ para hacer predicciones acerca del universo. Pasé el verano siguiente en la Universidad de California, en Santa Bárbara. Allí, junto con mi amigo y colega, Jim Hartle, calculamos qué condiciones tendría que cumplir el universo si el espacio-tiempo no tuviese ninguna frontera… Me gustaría subrayar que esta idea de que tiempo y espacio deben ser finitos y sin frontera es exactamente una propuesta: no puede ser deducida de ningún otro principio. Como cualquier otra teoría científica, puede estar sugerida inicialmente por razones estéticas o metafísicas, pero la prueba real consiste en ver si consigue predicciones que esté de acuerdo con la observación. Esto, sin embargo, es difícil de determinar en el caso de la gravedad cuántica por dos motivos…” (pp. 156 y 181-182). La cifra corresponde a: 1 000 000xv.
[17] José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: en El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm
[18] José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: en El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm Téngase en cuenta también lo dicho sobre el “modelo estándar” en la nt. 2045.
[19] La literatura a la que hace referencia este artículo (al cual le he conservado su manera de trabajar el aparato crítico) es la siguiente: “7. Shafer W, Hine M, Levy B: A textbook of oral pathology. 4ª ed. Philadelphia: WB Saunders Company; 1977; 3. Cuairán V, Gaitán L, Hernández A. Agenesia dental en una muestra de pacientes ortodónticos del Hospital Infantil de México Rev ADM 1996; 53: 211-215; 8. Anderson B, Thompson G, Popovich F. Evolutionary dental changes. Am J Phys Anthropol 1975; 43: 95-102; 9. Wallace J. Gingival eruption sequences of permanent teeth in early hominids. Am J Phys Anthropol 1977; 46: 483-493”. En cuanto al artículo de la referencia: Pedro SARMIENTO - Adriana HERRERA: “Agenesia de terceros molares en estudiantes de odontología de la Universidad del Valle entre 16 y 25 años en: Colombia Médica 35/3 (Suplemento 1) 2004, en (consulta enero 2007): http://colombiamedica.univalle.edu.co/Vol35No3supl/body/cm35n3sa2.htm
[20] De San Agustín, Sermo 52, 16: PL 38, 360. De RATZINGER, Joseph (BENEDICTO XVI): Jesús de Nazaret. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección Ediciones Encuentro – Planeta Madrid 2011 332.
[21] Me inspiro aquí en las reflexiones de Joseph RATZINGER: Jesús de Nazaret, o. c.  p. 26, nt. 57,23-25.
[22] Lo cual no quiere decir que absolutamente estuvieron ausentes, cf. 1 Sm 28.
[24] Hemos observado de primera mano la importancia que tiene para los seres humanos la pregunta por el sentido, hasta el punto que el “sin-sentido” y la “desesperanza” son, precisamente, factores que inciden ampliamente en las depresiones de las personas, y muy especialmente de los jóvenes, y de los jóvenes universitarios, que, en los casos más graves, los pueden llevar hasta el suicidio. Entre los síntomas que se suelen describir a este propósito se encuentran: el bajo estado de ánimo, la disminución notable del interés o del placer en las actividades, el insomnio o la hipersomnia, la pérdida importante de peso y/o la disminución del apetito, el retraso psicomotor o la agitación, el sentimiento extremado de falta de valor o de culpa, la disminución de la capacidad para concentrarse, pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio.
[25] En pocos lugares de textos de “física” como en el de Stephen HAWKING: Historia del tiempo. Del Big Bang a los Agujeros negros RBA Editores Barcelona 1993 he encontrado más interés y referencias a “Dios” y a la “creación”… para cuestionarlos (diría yo, más que para negarlos): en las 34 páginas del capítulo 8° de la edición castellana, en ocho ocasiones (156, 164 por 2 veces, 168, 181 por 2 veces, y 186-187).
[26] Los interrogantes los tomo de una conferencia de Gustavo BUENO, cuyo reporte hace J. C. Gea bajo el titular: «Las actuales teorías del fin del mundo son obra de científicos ociosos», en La Nueva España, Gijón, 18 de junio de 1997, en (consulta noviembre 2006): http://www.fgbueno.es/hem/1997g18.htm
[27] “Conviene insistir en que se trata del estoicismo a la altura de Panecio, para quien la Naturaleza (la materia), no sólo no comenzó en el tiempo, sino que tampoco puede acabar en él. Según Cicerón, en su De rerum natura, Libro II, 46), Panecio dudaba de la Ekpirosis, es decir de la conflagración universal que comportaba, según la doctrina del estoicismo antiguo (y que después recuperaría el mismo Posidonio) el fin del Universo mediante el fuego; el equivalente al Big-crunch de las cosmogonías de nuestros días”: José María LASO PRIETO: “Nuevas concepciones del universo”: en El Catoblepas 37 marzo 2005 6 (consulta noviembre de 2006): http://www.nodulo.org/ec/2005/n037p06.htm



Notas finales


[i] Aquí nos referiremos propiamente a la primera de estas perspectivas. Con todo, no podemos dejar de señalar muy resumidamente lo siguiente acerca de la segunda (las postrimerías: muerte, juicio, infierno o gloria): es necesario estar atentos y vigilantes, porque, en nuestra presente condición humana, así como es siempre posible acogerse al amor de Dios y, en consecuencia, de gozarlo en el cielo, de igual modo siempre existe la posibilidad de rechazarlo totalmente a Él, que es nuestra esperanza: cabe la posibilidad de la frustración más radical y definitiva de nuestra propia existencia.
El Papa BENEDICTO XVI se ha referido a esta lamentable posibilidad – pero verdadera posibilidad – de nuestra existencia y condición en el Encuentro del 7 de febrero de 2008 con los párrocos y con el clero de Roma: “Usted ha abordado con razón temas fundamentales de la fe, que por desgracia aparecen raramente en nuestra predicación. En la encíclica Spe salvi quise hablar precisamente también del juicio final, del juicio en general y, en este contexto, también del purgatorio, del infierno y del paraíso. Creo que a todos nos impresiona siempre la objeción de los marxistas, según los cuales los cristianos sólo han hablado del más allá y han descuidado la tierra. Así, nosotros queremos demostrar que realmente nos comprometemos por la tierra y no somos personas que hablan de realidades lejanas, de realidades que no ayudan a la tierra.
“Aunque esté bien mostrar que los cristianos se comprometen por la tierra —y todos estamos llamados a trabajar para que esta tierra sea realmente una ciudad para Dios y de Dios— no debemos olvidar la otra dimensión. Si no la tenemos en cuenta, no trabajamos bien por la tierra. Mostrar esto ha sido una de mis finalidades fundamentales al escribir la encíclica. Cuando no se conoce el juicio de Dios, no se conoce la posibilidad del infierno, del fracaso radical y definitivo de la vida; no se conoce la posibilidad y la necesidad de purificación. Entonces el hombre no trabaja bien por la tierra, porque al final pierde los criterios; al no conocer a Dios, ya no se conoce a sí mismo y destruye la tierra. Todas las grandes ideologías han prometido: nosotros cuidaremos de las cosas, ya no descuidaremos la tierra, crearemos un mundo nuevo, justo, correcto, fraterno. En cambio, han destruido el mundo. Lo vemos con el nazismo, lo vemos también con el comunismo, que prometieron construir el mundo como tendría que haber sido y, en cambio, han destruido el mundo.
“En las visitas ad limina de los obispos de los países ex comunistas veo siempre cómo en esas tierras no sólo han quedado destruidos el planeta, la ecología, sino sobre todo, y más gravemente, las almas. Recobrar la conciencia verdaderamente humana, iluminada por la presencia de Dios, es la primera tarea de reconstrucción de la tierra. Esta es la experiencia común de esos países. La reconstrucción de la tierra, respetando el grito de sufrimiento de este planeta, sólo se puede realizar encontrando a Dios en el alma, con los ojos abiertos hacia Dios.
“Por eso, usted tiene razón: debemos hablar de todo esto precisamente por responsabilidad con la tierra, con los hombres que viven hoy. También debemos hablar del pecado como posibilidad de destruirse a sí mismos, y así también de destruir otras partes de la tierra. En la encíclica traté de demostrar que precisamente el juicio final de Dios garantiza la justicia. Todos queremos un mundo justo, pero no podemos reparar todas las destrucciones del pasado, todas las personas injustamente atormentadas y asesinadas. Sólo Dios puede crear la justicia, que debe ser justicia para todos, también para los muertos. Como dice Adorno, un gran marxista, sólo la resurrección de la carne, que él considera irreal, podría crear justicia. Nosotros creemos en esta resurrección de la carne, en la que no todos serán iguales. Hoy se suele pensar: "¿Qué es el pecado? Dios es grande y nos conoce; por tanto, el pecado no cuenta; al final Dios será bueno con todos". Es una hermosa esperanza. Pero está la justicia y está también la verdadera culpa. Los que han destruido al hombre y la tierra, no pueden sentarse inmediatamente a la mesa de Dios juntamente con sus víctimas. Dios crea justicia. Debemos tenerlo presente. Por eso, me pareció importante escribir ese texto también sobre el purgatorio, que para mí es una verdad tan obvia, tan evidente y también tan necesaria y consoladora, que no puede faltar. Traté de decir: tal vez no son muchos los que se han destruido así, los que son incurables para siempre, los que no tienen ningún elemento sobre el cual pueda apoyarse el amor de Dios, los que ya no tienen en sí mismos un mínimo de capacidad de amar. Eso sería el infierno.
“Por otra parte, ciertamente son pocos —o, por lo menos, no demasiados— los que son tan puros que puedan entrar inmediatamente en la comunión de Dios. Muchísimos de nosotros esperamos que haya algo sanable en nosotros, que haya una voluntad final de servir a Dios y de servir a los hombres, de vivir según Dios. Pero hay numerosas heridas, mucha suciedad. Tenemos necesidad de estar preparados, de ser purificados. Esta es nuestra esperanza: también con mucha suciedad en nuestra alma, al final el Señor nos da la posibilidad, nos lava finalmente con su bondad, que viene de su cruz. Así nos hace capaces de estar eternamente con él. De este modo el paraíso es la esperanza, es la justicia finalmente realizada.
“Y también nos da los criterios para vivir, para que este tiempo sea de algún modo un paraíso, para que sea una primera luz del paraíso. Donde los hombres viven según estos criterios, existe ya un poco de paraíso en el mundo, y esto se puede comprobar. Me parece también una demostración de la verdad de la fe, de la necesidad de seguir la senda de los mandamientos, de la que debemos hablar más.
“Los mandamientos son realmente las señales que nos indican el camino y nos muestran cómo vivir bien, cómo escoger la vida. Por eso, debemos hablar también del pecado y del sacramento del perdón y de la reconciliación. Un hombre sincero sabe que es culpable, que debería recomenzar, que debería ser purificado. Y esta es la maravillosa realidad que nos ofrece el Señor: hay una posibilidad de renovación, de ser nuevos. El Señor comienza con nosotros de nuevo y nosotros podemos recomenzar así también con los demás en nuestra vida.
“Este aspecto de la renovación, de la restitución de nuestro ser después de tantas cosas equivocadas, después de tantos pecados, es la gran promesa, el gran don que la Iglesia ofrece, y que, por ejemplo, la psicoterapia no puede ofrecer. La psicoterapia hoy está muy difundida y también es muy necesaria, teniendo en cuenta tantas psiques destruidas o gravemente heridas. Pero las posibilidades de la psicoterapia son muy limitadas: sólo puede tratar de volver a equilibrar un poco un alma desequilibrada. Pero no puede dar una verdadera renovación, una superación de estas graves enfermedades del alma. Por eso, siempre es provisional y nunca definitiva.
“El sacramento de la penitencia nos brinda la ocasión de renovarnos hasta el fondo con el poder de Dios —Ego te absolvo—, que es posible porque Cristo tomó sobre sí estos pecados, estas culpas. Me parece que hoy esta es una gran necesidad. Podemos ser sanados nuevamente. Las almas que están heridas y enfermas, como es la experiencia de todos, no sólo necesitan consejos, sino también una auténtica renovación, que únicamente puede venir del poder de Dios, del poder del Amor crucificado. Me parece que este es el gran nexo de los misterios que, al final, influyen realmente en nuestra vida. Nosotros mismos debemos meditarlos continuamente, para poder después hacer que lleguen de nuevo a nuestra gente.” En: en: http://212.77.1.245/news_services/bulletin/news/21647.php?index=21647&po_date=07.02.2008&lang=sp
También se refirió a las “imágenes”, visuales o táctiles, difundidas del “infierno” el Card. Gianfranco RAVASI, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano: “el infierno no debe ser representado con las llamas sino con el hielo, porque es la ausencia de amor, el terror y el rechinar de dientes":Descarta Vaticano que haya fuego en el infierno”, en El Universal, 8 de abril de 2008 (consulta abril 2008): http://www.eluniversal.com.mx/notas/496703.html 
[ii] Veamos someramente algunas de ellas empleando fuentes conocidas. Las diversas religiones se han ocupado del asunto. Para el Budismo, aunque se tiene la noción del cielo e infierno, ningún creyente permanece eternamente en ellos.
En China, al introducir el culto al buda Maitreya también se introdujo en esta religión un componente escatológico, el cual en los tiempos futuros decaerá de manera que propiciará el regreso de Maitreya para iniciar una nueva época de paz y esperanza.
“Por su parte, para el Hinduismo, existe una escatología de los universos materiales, que se destruyen cíclicamente. Existe una destrucción parcial del universo, que sucede cada final del día de Brahmâ (cuando este dios se duerme, al final de cada uno de sus fantásticamente largos «días») y sucede una destrucción total de todos los universos, cuando Vishnu los «aspira» en su ciclo respiratorio, cada 100 años de Brahmâ. También hay una escatología personal, cuando el alma espiritual abandona el cuerpo material en el momento de la muerte. Recibe un juicio por parte del deva Iamarásh (el regente de la muerte), quien de acuerdo con su buen o mal karma ('actividades' pasadas) recibe una pena: volver a nacer en algún planeta de este universo. Si el alma se comportó bien, irá a nacer en un planeta superior paradisíaco (el cielo o suarga), y una vez que haya "gastado" su buen karma (una vez que haya gozado lo suficiente) tiene que volver a nacer en este planeta. Si el alma se comportó mal, irá a nacer en un planeta inferior infernal (el infierno o Patala), y una vez que haya "quemado" su mal karma (una vez que haya sufrido lo suficiente) tiene que volver a nacer en la Tierra. En estado de sueño profundo, el alma cae a la Tierra en forma de lluvia, y si cae en tierra cultivada, entra en las plantas y queda adosada a los granos (de trigo, arroz, etc.). Si es comida por un ser humano masculino entra en sus espermatozoides y si le corresponde ser hijo o hija de ese ser humano en particular, por "azar" será el espermatozoide que fecunde al óvulo y se convertirá en un embrión. Según las Escrituras hindúes, el alma se despierta dentro del útero materno. Los hindúes incluso creían que el útero era una parte del intestino, por lo que el feto estaba rodeado del excremento de la madre. De esta manera el alma experimenta varios meses de terribles sufrimientos, que finalmente le hacen perder la memoria y la inteligencia. Los hindúes creen que es posible interrumpir este proceso eterno de reencarnación bajo ciertas circunstancias, como la quema del cuerpo del difunto.
“Una religión muy antigua, procedente de Persia, es el Mazdeísmo o Zoroastrismo. Dentro del contenido religioso del mazdeísmo, Zoroastro describió con gran detalle la llegada del juicio final con el último enfrentamiento entre Ahura Mazda (el Bien) y Angra Mainyu (el Mal), que produciría grandes catástrofes y aceleraría la llegada de un salvador, descendiente del linaje del propio Zoroastro, quien sería el encargado de llevar a la victoria a las fuerzas del Bien. En el juicio final se decide el destino de la humanidad y la reconciliación entre una parte de ésta y Ormuz (el Bien), que conlleva el fin del Mal.
“Muy similares son las escatologías del Judaísmo, del Islam y del Cristianismo. El pueblo hebreo cree que su historia ha sido dirigida por Dios Yahvéh en cumplimiento a la promesa al caldeo Abraham. Por medio de eventos históricos como el Éxodo (la vuelta a Palestina desde el exilio en Egipto) o la Diáspora (el exilio provocado por la invasión romana). Los acontecimientos del fin del mundo son similares en el judaísmo y el cristianismo: la abominación del Templo de Jerusalén, la nueva creación, el juicio final y el gobierno divino, que incluye la llegada del Mesías. En el Islam, por su parte, la fe cuenta para el destino del creyente y cuando dicho creyente haya fallecido, conoce en persona a Dios y es conducido al paraíso, no sin antes recorrer el Infierno. Para los impíos, el destino es sufrir en su propia tumba hasta llegar el juicio final, donde se decidirá su suerte. Como en el cristianismo y el judaísmo existen creencias escatológicas como la recompensa de las almas, el purgatorio (similar al católico), el Anticristo (Al-Dajjah) y el Mesías (Madhí).
“Con todo, no son las religiosas las únicas versiones que tiene la escatología. A pesar de que el marxismo es una ideología netamente filosófica, posee una especie de escatología de carácter intraterreno, si se tiene en cuenta la historia de la humanidad en términos del pensamiento económico marxista en todas sus formas (esclavitud, feudalismo, mercantilismo, capitalismo, socialismo y comunismo). En el proceso de la lucha de clases, se pretende llegar a una sociedad igualitaria en la que el pueblo asume el control (de manera benéfica) no sólo de los medios de producción, sino de todos los aspectos de la vida. Pese a ello, el marxismo como filosofía es materialista y, como hemos visto, niega toda forma de trascendencia espiritual como p. ej., la existencia de los dioses y de los espíritus.
“En los tiempos actuales no es poco común que el tema se presente también desde “nuevas” vertientes, lo que demuestra la universalidad de la pregunta, y la necesidad de responderla. Para muchos, a la hora de pensar en el devenir del hombre o de la historia, no siempre es necesario hablar de escatología, según como se mire en la realidad y en las posibilidades del futuro tanto general como particular desde los contextos de la ciencia hasta los del esoterismo y la utopía; si bien se basa en los acontecimientos que ocurren en la realidad y su respuesta en el porvenir de los tiempos. Se puede considerar escatología, p. ej., a la utopía del comunismo mundial (desde el punto de vista de los comunistas), la guerra nuclear total (especialmente esperada durante la guerra fría entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética en los años cincuenta) o el final del sistema solar (un hecho plausible que sucederá dentro de varios miles de millones de años).” Véanse los artículos completos en (consulta noviembre 2006): http://es.wikipedia.org/wiki/Fin_del_mundo

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