Capítulo VI
Continuación (I.3)
3. Nuestra realidad socio-cultural en relación con la regla del c. 820: Exploración de servicios que mutuamente se prestan entre sí las Facultades Eclesiásticas de algunas Universidades colombianas, así como entre Universidades y Facultades católicas en Colombia, incluso no eclesiásticas, a fin de obtener el fomento de las ciencias[1]. El caso particular de la Pontificia Universidad Javeriana y su Facultad de Teología.
1. La situación socio-cultural actual, que varias veces en
algunas de sus pinceladas más oscuras hemos expuesto en las subsecciones
anteriores, no puede, sin embargo, cerrarnos los ojos a sus aspectos positivos,
más aún, esperanzadores.
Dejando para los expertos el estudio prolijo y el análisis
acucioso de tales hechos, sobre todo desde la perspectiva de la “justicia
social”[2], es necesario
destacar algunos de los aspectos que se proyectan más decisivamente desde ya
hacia el próximo futuro. Me valgo para esta presentación esquemática de algunas
pistas que ofrecen Alberto METHOL FERRÉ y Alver METALLI[3] en su visión
de la situación actual en la perspectiva de la V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano y del Caribe, reunida en Aparecida, Brasil, en mayo
de 2007.
En primer término, en estos comienzos del siglo XXI continúan
presentes, así, en muchos casos, de una manera no-explícita y aparentemente
moderada, las tensiones ideológicas capitalismo-comunismo, los movimientos
nacional-populares, y expresiones ciertas y diversas de ateísmo (inclusive del
denominado “ateísmo humanista”), fundamentalismo religioso (y
antifundamentalismo religioso) y agnosticismo (religioso). En muchísimos,
inclusive, se observan claras manifestaciones de desconcierto y perplejidad
ante la situación cultural y social.
Así mismo, observamos que la globalización[4] pareciera
llegar a ser un fenómeno con un impacto cultural quizás aún mayor que el que
representó, en su momento, “la primera globalización autoconsciente”, hace ya
algo más de cinco centurias. Los siglos pasados fueron dando pasos en ese
sentido, desde los Estados-nación, pasando por los “congresos universitarios”,
la “integración latinoamericana” y las tensiones surgidas por las reacciones a
cierta “centralidad romana”.
La “modernidad”, así mismo, fue llegando lenta pero
firmemente, al menos en muchos casos, en varias de nuestras naciones, y la
“teología de la liberación” encontró espacio y motivaciones para su despliegue.
También las corrientes literarias se hacen eco, incluso, del nihilismo y del
relativismo, incluso del integrismo, mientras comienzan a cobrar auge los
movimientos en pro de los derechos humanos.
Existe también al presente la corriente del “laicismo
político”. Laicismo y laicado no son lo mismo. La primera tiene connotaciones
sociológicas y políticas, la segunda hunde su entraña en la fe y en la
teología. No es lo mismo cristianismo que cristiandad; Iglesia y Estado, como
vimos, se distinguen, se separan, incluso, en algunos casos, parecieran ser
antagónicos [4 bis]. La educación cobra nueva importancia, ante nuevos sujetos
históricos. La opción por los pobres reclama a las Universidades, y al
relativismo.
2. En medio de esta compleja pero apasionante situación
actual, debemos dar una mirada, igualmente breve y, por los resultados
adquiridos, rápida, sobre las acciones que desarrollan en el presente las
Universidades católicas y las Facultades eclesiásticas que existen en nuestro
Continente latinoamericano – y en Colombia de modo especial – con el fin de
fortalecer el fomento y el desarrollo de las ciencias.
Sin dejar de acudir solícitamente a otras Universidades
católicas en búsqueda de información al respecto, y muy en especial a las
Facultades eclesiásticas existentes en nuestro País – en la actualidad no
existen en él Universidades eclesiásticas –, hemos colocado en el Apéndice 2 algunos otros datos que
enumeran las actividades en las que los diversos centros de estudios teológicos
– otra expresión equivalente a las denominadas Facultades eclesiásticas por el
CIC – han participado, algunas veces desarrolladas por ellos en cooperación
mutua. Tal es el caso, p. ej., del Primer Coloquio Nacional de Profesores de Teología (Medellín 2003),
y, en la misma ciudad, del II Congreso Internacional de Teología desde América
Latina (2004) y del III Congreso Internacional de Teología desde América Latina
(2008); o del IX Congreso Nacional de Teología “sobre la Esperanza Cristiana”
(Bogotá 2004). Más aún, los señores Decanos de las Facultades de Teología en
nuestra nación positivamente han desarrollado desde hace varios años algunas de
estas mismas acciones aspirando a institucionalizar una cooperación cada vez
más creciente entre ellas, tanto en lo que se refiere a las publicaciones como
a la investigación, entre otros campos, para lo cual han pensado en crear
“TeoRed”. Como el P. Víctor MARTÍNEZ M., S. J., ha escrito:
“Pretendemos
conformar equipos de investigadores que surtan con sus pesquisas y estudios las
diferentes unidades académicas de nuestra Facultad. Algunos de estos equipos
serán abiertamente interdisciplinarios y forzosamente estos grupos de
investigación tendrán que entrar a establecer contactos con grupos similares
que adelanten su labor en otras latitudes […] La conformación de redes
profesorales internacionales a las que pertenezcan nuestros profesores de la
Facultad es un reto a consolidar en los años por venir […] Esta apertura de los
profesores de nuestra Facultad a otros centros académicos y el influjo con el
que podamos incidir en ellos, será la condición para estar en un lugar
privilegiado en los desarrollos teológicos del inmediato futuro”[5].
Pero,
como se echa de ver, certámenes de este tipo, y más todavía, de carácter
investigativo e interdisciplinar, son realmente muy pocos, y la participación
en los de carácter internacional, mínima, tanto por el número de profesores que
pueden viajar a ellos, como por los costos que significa traer invitados
connotados del exterior. Con todo, es de reconocer el importante esfuerzo que
realiza, p. ej., el Doctorado en Teología de nuestra Facultad de la PUJ, con algún
apoyo de COLCIENCIAS en varias ocasiones, para lograr la presencia entre
nosotros, semestralmente, de investigadores teólogos de diversas
nacionalidades, sobre heterogéneos temas, con métodos y escuelas diversas de
investigación, e, incluso, procedentes de las múltiples confesiones cristianas.
En lo que se refiere a la institucionalización de estos intercambios de conocimiento, hay que decir también bastante poco, aunque es muy de subrayar la toma de conciencia que se está efectuando en relación con los mismos por parte de las Universidades[i]. No sólo hay que mencionar la muy reciente creación de una disciplina especializada en la “administración de propiedad intangible”, la “gestión del conocimiento”[ii], entre nosotros apenas conocida, y su aplicación concreta al ámbito universitario, sino la instauración de los “nodos” y de los “grupos” y “centros de investigación” y de las actividades orientadas a la internacionalización del conocimiento en sentido de ida y vuelta[6] como apoyos ofrecidos por parte del mencionado COLCIENCIAS.
Y ya
que uno de los “sujetos” de responsabilidad en lo que concierne al tema – como
hemos visto – son las Conferencias Episcopales, es necesario reconocer el apoyo
que la Conferencia Episcopal de Colombia brinda a diversos proyectos por medio
de su Departamento de Pastoral para la Evangelización de la Cultura y
la Educación con su Sección de Cultura y Universidades[7]. Lamentablemente no podemos dedicar espacio a un
reporte sobre las actividades que allí se desarrollan.
3. Un
dato que debo consignar – porque ciertamente en las Universidades y Facultades
Eclesiásticas europeas se trata de un hecho bastante común pero no suele
presentarse en la misma proporción en nuestro Continente – es la presencia
tradicional en la Facultad de Teología de la PUJ de un porcentaje alto de
estudiantes latinoamericanos, además de los colombianos, y de jóvenes
provenientes de África y de otras latitudes. Este hecho hace que la Facultad
pueda ser considerada la más “internacional” de la Universidad; y lo es
probablemente, incluso si se considera al conjunto de las Universidades
colombianas, con muy pocas excepciones, seguramente. Esta circunstancia trae
excelentes consecuencias en el ámbito intercultural – y demuestra en nueva
forma la capacidad de acogida y de sincero aprecio con los que el colombiano
recibe a sus huéspedes –, al tiempo que urge medidas particulares y de
acompañamiento, sobre todo en lo que concierne a su admisión, a su alojamiento y
a la comprensión de sus diversas condiciones y situaciones.
Para
concluir esta primera sección, y recapitulándola, debemos afirmar que las
Universidades católicas, así como las Universidades y Facultades Eclesiásticas,
cada día hacen su mejor esfuerzo por observar cuidadosamente la realidad
nacional y mundial[8]. Algunos de esos elementos han
sido descritos en las páginas anteriores del presente capítulo a partir de los
ejes que señalan los cc. objeto de nuestra investigación. Hemos advertido a
cada paso especialmente la necesidad de generar un conocimiento que responda
adecuadamente a los problemas más apremiantes de la sociedad, pues cada día
muestran ellas ser más conscientes de la necesidad de evaluarse y de desarrollarse, y
de dinamizar, frente a tales problemas, su manera futura de proceder. Y que, en la
generatriz de ese movimiento habrían de estar, indudablemente, los doctorados y
los trabajos interdisciplinarios realizados por las Universidades[9].
Notas de pie de página
[1] Teniendo aún el ánimo de restringir la búsqueda, sería injusto
dejar de mencionar, en el ámbito hispanoamericano los ofrecimientos que hace,
p. ej., la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid a través de la Cátedra
de Ciencia, Tecnología y Religión y de su Seminario en la Escuela Técnica
Superior de Ingeniería: (carta remisoria de febrero de 2007 y plegable) en: www.upcomillas.es/catedras/ctr
[2] El asunto ha sido materia de estudio de un texto mío para la
enseñanza universitaria, ya mencionado: Introducción
a la teología y al magisterio moral social, o. c., p. 147, nt. 350; y de mi tesis doctoral en Derecho canónico: Teología y Derecho canónico: La justicia
social, norma para el seguimiento de Jesús, el Señor. Estudio del c. 222 § 2
del CIC Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Derecho Canónico
Bogotá agosto de 1996.
[3] Alberto METHOL FERRÉ y Alver
METALLI: La América Latina del siglo XXI
Edhasa Buenos Aires 2006.
[4] Cf. Luis UGALDE, S. J.: “La red de universidades AUS. J.AL y
globalización”, en Orientaciones
Universitarias 37 marzo de 2005 69-83, en: http://www.javeriana.edu.co/archivo/05_memoria/docs/rectorales/orientaciones/37.pdf
[4 bis] Además de lo que se dirá en los Apéndices y en otros lugares de esta investigación, véase al respecto el art. de monseñor Pedro F. MERCADO CEPEDA, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de Bogotá: “Falacia laicista. Mirar la Constitución”, en El Tiempo, sábado 29 de abril de 2017, “debes leer”, p. 23.
[4 bis] Además de lo que se dirá en los Apéndices y en otros lugares de esta investigación, véase al respecto el art. de monseñor Pedro F. MERCADO CEPEDA, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de Bogotá: “Falacia laicista. Mirar la Constitución”, en El Tiempo, sábado 29 de abril de 2017, “debes leer”, p. 23.
[5] El P. Víctor M. MARTÍNEZ M., S. J., es el Decano Académico de la
Facultad de Teología de la PUJ en el momento en que esto se escribe. La cita
corresponde al prólogo escrito por él con ocasión de la celebración de los
setenta años de la historia reciente de la Facultad, es decir, en los tiempos
contemporáneos: Edith GONZÉLEZ BERNAL (ed.): Una historia hecha vida. 70
años de quehacer teológico JAVEGRAF Bogotá 2007 15-16.
[6] “La internacionalización de la actividad
científica y tecnológica, como estrategia prioritaria, facilita la articulación
entre las comunidades científicas locales e internacionales. Esto se logra a
través de mecanismos de cooperación internacional, información sobre fuentes de
cooperación en el mundo, coordinación de programas de intercambio científico y
tecnológico, el fomento de la inserción de la comunidad colombiana en redes y
proyectos internacionales de investigación, la articulación de iniciativas de
científicos colombianos radicados en el exterior y la gestión de relaciones
internacionales a través de la negociación de nuevos esquemas de cooperación
científica y tecnológica. Colciencias en su condición de Secretaría Técnica del
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, gestiona los mecanismos antes
mencionados y promueve la articulación de los actores del Sistema Nacional de
CT+I con la comunidad científica internacional, a través de la División de
Internacionalización de la Ciencia.” En (consulta febrero de 2008): http://zulia.colciencias.gov.co:8098/portalcol/index.jsp?ct=137&nctg=Internacionalización%20de%20la%20CT+I&cargaHome=3&codIdioma=es
[7] A cargo, en la actualidad, del Padre Héctor Eduardo Lugo García,
O.F.M., universidad@cec.org.co. Debo
mencionar y agradecer la ayuda, en contactos y en información, que he recibido
para esta investigación.
[8] La muestra, como siempre, la proporciona nuestra Pontificia
Universidad Javeriana, que ha establecido su Misión en los siguientes términos:
“En el inmediato futuro, la Universidad Javeriana impulsará prioritariamente la
investigación y la formación integral centrada en los currículos; fortalecerá
su condición de universidad interdisciplinaria; y vigorizará su presencia en el
país, contribuyendo especialmente a la solución de las problemáticas
siguientes: - La crisis ética y la instrumentalización del ser humano. - El
poco aprecio de los valores de la nacionalidad y la falta de conciencia sobre
la identidad cultural. - La intolerancia y el desconocimiento de la pluralidad
y la diversidad. - La discriminación social y la concentración del poder
económico y político. - La inadecuación e ineficiencia de sus principales
instituciones. - La deficiencia y la lentitud en el desarrollo científico y
tecnológico. - La irracionalidad en el manejo del medio ambiente y de los
recursos naturales. Acuerdo Nº 0066 del Consejo Directivo Universitario, 22 de
abril de 1992”. En: http://209.85.165.104/u/puj?q=cache:SzC8Dd6s7CoJ:www.javeriana.edu.co/puj/documentos/mision.htm+misi%C3%B3n&hl=es&ct=clnk&cd=3&ie=UTF-8
[9] “Los doctorados, instituciones universitarias cuya razón de ser
es la investigación, son los encargados de generar nuevo conocimiento […] La
academia está en la obligación de responder esas preguntas (la solución de las
necesidades de eficiencia en mercados cada vez más competitivos) y, sobre todo,
de avanzar en los planteamientos de las preguntas más fundamentales que atañen
a las teorías del funcionamiento de las organizaciones. Al mismo tiempo, los
descubrimientos teóricos deben ser comprobados con el funcionamiento de la
realidad. Es una dinámica que forma parte de la inserción de la universidad en
las sociedades. Otro aspecto crucial […] es la preocupación por la interdisciplinariedad
[…]”: Luís Ignacio AGUILAR ZAMBRANO: “Doctorado en Ciencias de la Gestión”, en:
UNPeriódico 94, domingo 2 de julio de
2006 21.
Notas finales
[i] La creación de una “Oficina para el Fomento de la Investigación” en
la Pontificia Universidad Javeriana, para citar este caso, responde,
precisamente, a este objetivo: “El Proyecto Educativo
Javeriano definió la Investigación como la búsqueda del saber que amplía las
fronteras del conocimiento y de su aplicación, compartidas hasta ahora por las
distintas comunidades científicas. Señaló además, las siguientes
características para la actividad de investigación: - La búsqueda del saber se
obtiene con procesos diferenciados y autónomos. Dicha característica se expresa
en las directrices académicas institucionales de reconocimiento y apoyo a los
proyectos de investigación. - La investigación, adelantada personalmente o en
grupo, implica el concurso esencial de la comunidad científica respectiva. De
aquí las opciones por la evaluación de pares académicos externos y el apoyo a
los profesores para la socialización de sus resultados investigativos. -
Corresponde a los Investigadores en la Universidad Javeriana cimentar su labor
científica sobre la argumentación; la expresión de sus planteamientos con
claridad y respeto; el ejercicio y la aceptación de la crítica; la disposición
de modificar sus presupuestos científicos, y la evaluación de las posibilidades
y las prioridades investigativas, de la solidez de sus conocimientos en la
disciplina que los identifica, y de las normas y actividades que rigen su
comportamiento como miembros de una comunidad científica. - La consideración de
las implicaciones éticas inherentes a los métodos de investigación y a sus
aplicaciones. Así, la Universidad asume la reflexión y crítica permanente de la
forma como las personas y la sociedad se apropian del desarrollo científico y
técnico, y de sus consecuencias. […] Afines a la tradición universitaria, los
Estatutos de la Universidad Javeriana definen como actividades académicas la
docencia, la investigación y el servicio. Actividades académicas que se
caracterizan por sus propias dinámicas, particularidades y exigencias pero que
deben ejercerse en estrecha y orgánica relación, constituyéndose entre sí en
insumos fundamentales. En efecto, para una docencia de calidad o para una
pertinente proyección de la Universidad al entorno, el profesor no puede
limitarse a repetir el conocimiento construido por otros. Le corresponde
investigarlo, analizarlo, criticarlo y desarrollarlo, y luego transmitirlo a
sus estudiantes o aplicarlo en las actividades de educación continua, asesoría
o consultoría. Este proceso conlleva igualmente al análisis sobre el contexto
en que se produce el nuevo conocimiento, sus orígenes y la consideración de su
validez. Es frecuente que en el curso del ejercicio investigativo se generen
nuevas hipótesis que a su vez conduzcan a la formulación de nuevos proyectos de
investigación. Estas también se originan en las preguntas de los estudiantes o
en las discusiones en el seno de los seminarios y congresos, o en la solución
de la problemáticas objeto de las asesorías y las consultorías. Así, la
actividad académica adquiere el carácter de una permanente valoración del
pasado, contrastado en el presente y con proyección al futuro; fascinante trabajo
de las Universidades. Los documentos y la información contenidos en ésta página
de Investigación de la Universidad Javeriana, reflejan las acciones de la
Comunidad Educativa Javeriana, en su decidido compromiso por hacer realidad las
orientaciones de su Misión y de su Proyecto Educativo.” En (consulta febrero de
2008): http://portal2.javeriana.edu.co/psp/eppro/OFI/EMPL/e/?url=http%3a%2f%2feducon.javeriana.edu.co%2fofi%2fPORTALPSOFI%2fUJ_OFI_LA_INVESTIGACION.htm&FolderPath=PORTAL_ROOT_OBJECT.UJ_WEBOFI_INVESTIGACION&IsFolder=false&IgnoreParamTempl=FolderPath%2cIsFolder
Por parte de la propia
Facultad, las actividades y las investigaciones que se van efectuando han ido
quedando consignadas en su Revista oficial, ThX.
[ii] “La Gestión del conocimiento (del inglés Knowledge Management) es un concepto aplicado en las organizaciones, que pretende transferir el conocimiento y experiencia existente entre sus miembros, de modo que pueda ser utilizado como un recurso disponible para otros en la organización. Usualmente el proceso requiere técnicas para capturar, organizar, almacenar el conocimiento de los trabajadores, para transformarlo en un activo intelectual que preste beneficios y se pueda compartir. En la actualidad, la tecnología permite entregar herramientas que apoyan la gestión del conocimiento en las empresas, que apoyan la recolección, la transferencia, la seguridad y la administración sistemática de la información, junto con los sistemas diseñados para ayudar a hacer el mejor uso de ese conocimiento. En detalle refiere a las herramientas y a las técnicas diseñadas para preservar la disponibilidad de la información llevada a cabo por los individuos dominantes y para facilitar la toma de decisión y la reducción de riesgo. Es un mercado del software y un área en la práctica de la consulta, relacionada a las disciplinas tales como inteligencia competitiva. Un tema particular de la administración del conocimiento es que el conocimiento no se puede codificar fácilmente en forma digital, tal como la intuición de los individuos dominantes que viene con años de la experiencia y de poder reconocer los diversos patrones del comportamiento que alguien con menos experiencia no puede reconocer. El proceso de la Administración del Conocimiento, también conocido en sus fases de desarrollo como "aprendizaje corporativo", tiene principalmente los siguientes objetivos: Identificar, recoger y organizar el conocimiento existente; Facilitar la creación del nuevo conocimiento; Iniciar la innovación a través de la reutilización y apoyo de la habilidad de la gente a través de organizaciones para producir un realzado funcionamiento de negocio. La transferencia del conocimiento (un aspecto da la Administración del Conocimiento) ha existido siempre como proceso, informal como las discusiones, sesiones, reuniones de reflexión, etc. o formalmente con aprendizaje, entrenamiento profesional y programas de capacitación. Como práctica emergente de negocio, la administración del conocimiento ha considerado la introducción del principal oficial del conocimiento, y el establecimiento de Intranets corporativo, de wikis, y de otras prácticas de la tecnología del conocimiento y de información.” En (consulta febrero de 2008): http://es.wikipedia.org/wiki/Administraci%C3%B3n_del_Conocimiento
Cf. Carlos BLANCO
VALBUENA: “Activos intangibles, acuerdos de colaboración y rendimiento en las
empresas de alta tecnología del País Vasco”, en: Cuadernos de administración 18/30 jul.-dic. 2005 9-38.
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